domingo, 22 de mayo de 2011

Música del Mundo: Madredeus




 Madredeus es un grupo musical portugués, formado en 1985 por Teresa Salgueiro (voz), Pedro Ayres Magalhães (guitarra clásica), Rodrigo Leão (sintetizadores), Fernando Judice (guitarra acústica), Gabriel Gomes (acordeón) y Francisco Ribeiro (violonchelo); más tarde se incorpora José Peixoto (guitarra) y se marcha Rodrigo Leão, siendo sustituido por Carlos Maria Trindade.

En 1985 Pedro y Rodrigo, amigos y colegas musicales, deciden crear un nuevo grupo musical de raíces portuguesas, pero sin recurrir a los fados (expresión más conocida internacionalmente de la música portuguesa). Por aquel entonces, ambos estaban inmersos en otros grupos (Pedro en Herois do mar, Rodrigo en Sétima legião), pero buscaban nuevos horizontes en expresión musical y artística. Pronto se unieron dos amigos más: Gabriel, experto en acordeón, y Francisco, un violonchelista con gran capacidad vocal. Sin embargo, al grupo le faltaba algo, un elemento inspirador de aquellas canciones que hablaban del mar, de la tierra, de sueños. Hicieron muchas audiciones, pero no encontraron a nadie y, ya por vencidos, Rodrigo y Francisco decidieron descansar en una taberna del Barrio Alto, lugar típico de encuentro de jóvenes en Lisboa. Allí se encontraron una voz y con la fuente de inspiración de Madredeus, una joven de diecisiete años llamada Teresa Salgueiro, que cantaba fados por pura diversión. Fue el principio de todo


El 4 de abril de 1998 Madredeus presentó en concierto el material incluido en su disco: O Paraíso. De aquella sesión realizada en el foro del Coliseo Oporto de Lisboa queda memoria en el álbum doble Oporto (Emi), recién aparecido.

Material marcado con la fuerza expresiva de las precisas guitarras de Pedro Ayres y José Pixoto, y la privilegiada voz de Teresa Salgueiro.

El fado es un género musical tan indefinible como el estado emocional que en portugués se llama saudade. Pariente del bolero, pero quizá más sutil. Fue el fado lo que unió a Madredeus. Una noche de octubre de 1986 un grupo de amigos entró a un bar del Barrio Alto de la ciudad de Lisboa. Una mujer cantaba un tradicional fado, es la voz que los amigos necesitan, la que buscaban para interpretar su original repertorio de canciones. Teresa Salgueiro tenía entonces 17 años y era vocalista de un grupo de rock.


Discos como barcos
Las razones del éxito de un grupo como Madredeus son muchas, la primera es su originalidad. Cuando la tradición se recupera y se le dota de un nuevo sentido se crea una obra original y de fuerte raigambre.
Para muestra basta un botón: "A Tempestade", una dulce canción dedicada a los hombres que hacen su vida en el mar.

"El viaje de estas naves musicales con bandera de Madredeus comenzó al inicio de la década de los 90 con Existir, continuó en 94 y 95 con la embarcación Espíritu de Paz y se afirma en nuestros días con la caravela latina y fantástica que llamamos O Paraíso", dice Pedro Ayres, guitarrista y corazón creativo de Madredeus.

A finales de 1986 los músicos y la cantante llegaron a Xabregas, al oriente de Lisboa, a ensayar en un ala del convento Madre de Deus. Poco a poco los ensayos se convierten en sesiones de trabajo colectivo compartidas por amigos del grupo al que todos llaman Madredeus.


La música de Madredeus empezó a circular en casets, se trata de una prueba realizada con la intención de presentarla a las disqueras. Ese material llegó a manos de Miguel Esteves Cardozo, entonces joven escritor y periodista, quien a través de un texto publicado en el semanario Blitz, da a conocer al público a ese misterioso grupo que hace canciones de noche en el viejo convento de Madre de Deus.

El primer concierto de Madredeus marcó el rumbo, un cortocircuito en el Aula Magna de la Universidad impidió que el grupo usara amplificadores. Su música cobró entonces el carácter que la distingue, esa fuerza íntima de lo acústico, que estremece. Ideal para la privilegiada voz de Teresa Salgueiro.

Por aquellos días, Pedro Ayres definió la ruta que Madredeus tomaría en el curso de los años al decir: "Nuestras canciones han surgido más o menos de improvisaciones. Fueron creadas en una atmósfera de gran calma y algunas como ejercicios diseñados para practicar nuestros instrumentos juntos. En nuestros conciertos tratamos de relajar la tensión que existe entre la audiencia y los músicos. Queremos darnos el tiempo de crear nuestra música en el escenario, de manera que la gente que nos escucha pueda acompañarnos en este acto de creación".

Amanhã (Mañana)

La vida no me abandona
el mundo no se me escapa
El camino es grande y largo
me quito el albornoz
camino a la luz del día
por campos y montañas
y bebo el agua fría
y la sed no me agarra
y el cielo allí es lindo
Azul, y yo no lo resisto
al cielo, al cielo profundo
distante,
y yo insisto
mañana
mañana
mañana
mañana


Con un estilo simple y especial, cada una de sus canciones evocan sentimientos de paz, mar, tranquilidad, amor y tormentas, la vida dentro de los sitios pesqueros de Portugal, ciudades y amores portuarios, tempestades que barren con la vida misma o la hacen más grande y sensacional.

 

El sueño

Quién contar
Un sueño que soñé
No cuento todo que encontré
Contar un sueño es prohibido
Soñé
Un sueño con amor
Y una ventana y una flor
Una fuente de agua y mi amigo
Y no había nada más...
Solamente nosotros, la luz, y nada más...
Allí es donde murió el amor
Amor,
Amor que traigo en secreto
En un sueño que no voy a contar
Y cada día es más sentido
Amor
Yo tengo amor bien escondido
En un sueño que no se contar
Y lo guardaré siempre conmigo.



El nombre del grupo viene dado del lugar de ensayo, el Teatro Ibérico al lado del Convento de Madre de Deus, en la zona oriental de la ciudad de Lisboa. Al principio de tocar, la gente que iba a los ensayos decía "¿me puedes llevar hasta Madredeus, al concierto?" y poco a poco fue derivando hacia "me llevas a Madredeus", quedándose así como nombre definitivo del grupo.
Se han presentado a lo largo y ancho del planeta, pero sobre todo, en su patria Portugal, en el teatro coliseo de la ciudad de Lisboa, en México (México, Guadalajara, Monterrey y una ocasión en Zacatecas) con la presentación de su último disco como grupo “Um amor infinito”.

Actualmente cada uno se desempeña por separado en sus respectivos proyectos, Teresa Salgueiro continúa su carrera como solista, cantando fados junto a otros artistas de la talla de Ana Carolina (otra gran voz portuguesa).

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